Scott Rudin Productions |
La historia atrapa, no vamos a negarlo. Queremos ver cómo se resuelve, qué sucede con el botones, el conserje y toda esa gente detrás de una gran herencia y el Gran Hotel Budapest.
Solía decir una profesora mía que intentar separar forma y contenido es inútil. Pero veo esta película y no hay manera de no caer en la tentación. Los maravillosos encuadres, la marcada dirección de actores que potencia lo cómico, planos generales (panorámicos y más) que aportan tanto como los primeros planos: todo es una decisión estética que aporta personalidad al film. Porque podría filmarse la misma historia de forma tradicional, pero no sería Wes Anderson, no sería autoral, no sería un film del que estuviésemos hablando.
Y está también esa otra cosa tan de autor: los actores fetiche. Mientras veía la película estaba esperando ver esas caras que me confirmen que es un film de Anderson. No lo es si no están Owen Wilson y Bill Murray, aunque sea por cinco minutos. Estarán también Jude Law, Williem Dafoe, Edward Norton y Adrien Brody, caracterizados, como sumando encanto. Y además, nos guiarán ellos, esa genialidad de dupla que resultó ser Ralph Fiennes y Tony Revolori. Fiennes es algo asombroso, no solo por este personaje, sino porque mientras escribo lo recuerdo como uno de los sádicos nazis en La Lista de Schindler. Eso sí que es tener amplitud de registro...
Los cuadros dentro de cuadros son otro punto que atrapa: la historia de la historia de la historia. La chica que lee el libro que escribió el de la estatua sobre lo que le contó un tipo hace mucho... Un bonito marco que le suma aún más puntos. A verla, que arrancan las premiaciones. Y qué buen sabor tiene palpitar los Óscar pudiendo comparar.
Temporada de Premios
- Reciente ganadora del Globo de Oro a la Mejor película Comedia/Musical, parece demasiado comedia como para el Óscar.
- La dirección, sin duda, merece una estatuilla, pero en el camino se interpondrá, creo que inevitablemente, ese experimento cinematográfico que es BoyHood de Richard Linklater, y contra eso, estará dificil. (Aclaro: aun no la vi, pero por el planteo mismo ya merece un Oscar, debe ser una genialidad).
- Algún rubro técnico seguramente obtenga reconocimiento... dirección de arte, vestuario, fotografía ¡se lo merecen!
- También estará difícil para Fiennes, que aunque lo merezca, tendría que vérselas con los recientes ganadores del Golden Globe: Eddie Redmayne y Michael Keaton, ambos con muchos puntos a favor para ganarle. Y, además, los roles cómicos no son favoritos de la Academia.
- El guión tiene chances, apuesto por la nominación, no tanto por la consagración (cuando sepamos los nominados les digo).